Tímida

Quién no ha tarareado esa canción de mi amor platónico de juventud, don Ramoncito Farías?

Vez que pasa algo en mi casa cuando alguno se pone barsa, yo salgo a relucir con mi cancioncita preferida.. “tímidaaaaa, te noto tímida al pasaaaaaar” y todos se cagan de la risa.

En general yo siempre he sido súper sociable y típico que al final de la noche en una fiesta o algo así, me termino haciendo amiga de todos. Pero al principio de cualquier rendevous en el que no conozco a ni un pelagato, yo soy lo mas “tímidaaaaa” que hay. Aunque no me lo crean. Me cuesta y capaz que piensen antes de conocerme que soy una niña tan tranquila, tan calladita.. las pailas!

Una vez, me invitaron a un asado de pura gente extranjera (yo era el único punto negro) y en realidad me sentí bien cohibida al llegar porque no cachaba a nadie mas que el dueño de casa y el que me invitó a la fiesta (ojo: fiesta gringa: almuerzo de domingo, tipo 6 de la tarde y viendo béisbol). La cosa es que en una tocan el timbre y pastelita abre. Y detrás de la puerta, aparece el mino más rico que yo por lo menos había tenido cerca en muuuuucho rato. Obviamente, me corté entera y todas las otras tontas invitadas a la fiesta se le pegaron como moscas a la torta (no las culpo) y lo empezaron a acosar en mala. Así que tímida estuve todo el rato, no me dio para ir a pedirle el teléfono o meterle conversa porque esas sátrapas no lo dejaban solo.

Igual ese día lo pase la raja, me reí como condenada con las tallas de esta gente, que bien simpática era ah… la cosa fue que la hora pasaba y pasaba y todas las niñas ya estaban yéndose a su casa y “guachón”, el dueño de casa y yo quedábamos ahí. Al final de la noche yo también estaba raja y díjeme a mi misma: “misma, es hora de irse pero antes, vaya a tomarse un café mire que ha tomado todo el día”. Y al salir del departamento, guachón también se iba y la “tímida” lo invitó a tomar algo (léase: un café) juntos.

Para hacer el cuento corto, estuvimos tomando café y conversando como cuatro horas y el loco era realmente un amor. Como diez días después, empezamos un pseudo romance que fue bien escandaloso (en buena) y viajado a mango.

Pero cual es el punto de esta historia? En realidad ninguno.

Quería contarles que yo soy media tímida. Y que las tímidas aunque se hacen las guevonas (como yo) igual saben para donde va la micro. Eso sí que hay tímidas que son bien pavitas… y esas dan rabia. Pero las tímidas como nosotras, esas que se cohíben los primeros diez minutos al estar en un lugar nuevo, son las más bacanes. A mi, me da lata ir a comer sola, ir al cine sola y ni pensar en ir a tomarme una chela sin compañía, pero de que harta gente me lleva a lugares nuevos porque “voy a caer bien”, pasa harto.

Y creo que por eso que don Farías es mi ídolo.

En realidad tengo hartos ídolos. Pero ese es otro tema. Por ahora, con don Ramón Farías y su “timidez” tengo suficiente, y bueno, ni hablar con el medio repertorio que Emmanuel (otro de mis placeres culpables) tiene. Por que con ese, tengo para rato. Porque entre “Insoportablemente bella” y “Todo se derrumbó dentro de mí” tendría tema como para ocho posts más.

Aviso público:

Muchos de ustedes deben saber que mi mamita esta enferma nuevamente y estas últimas dos semanas han sido.. no muy lindas para mi. En realidad, pase un 18 bien como el chico. Pero antes de terminar mi super post, les quiero dar millones de gracias por estar ahí y llamar constantemente para ofrecerme su ayuda y su apoyo, bien saben ustedes que yo soy re mala para pedir ayuda, asi que muchas gracias, su cariño vale oro para mí y se los agradezco a mango.