Ocasionalmente, toma tiempo colorear nuevamente las cosas.
De verlas con nuevos ojos. De respirar aire nuevo. De dar vuelta la página.
Pasa en las películas, pasa en los cuentos, pasa en nuestras vidas.
Todo se equilibra, no importa cómo, no importa cuando, no importa donde.
Las cosas mejorarán, siempre y cuando no pierdas tus lápices.